¿Dónde está la revolución alimentaria que nos prometieron?

A finales de 2024, el mundo de la alimentación sigue estancado en lo superficial. ¿Qué pasó con la revolución que esperábamos después de la pandemia?

Se prometieron alimentos más saludables, sostenibles y alineados con los nuevos hábitos de consumo. Pero al recorrer los pasillos del supermercado esa innovación brilla por su ausencia y lo que encontramos son los mismos productos de siempre con etiquetas más «verdes» y slogans de moda. Puro maquillaje.

Las grandes multinacionales de la alimentación han tenido el poder y los recursos para liderar un cambio real, pero han preferido el marketing al compromiso. Se limitan a lanzar versiones «bio», «plant-based» o «natural» de sus productos mientras mantienen prácticas poco sostenibles y fórmulas apenas alteradas.

Los consumidores están cansados del greenwashing. Quieren productos auténticos, saludables y comprometidos con el planeta. Aunque las grandes empresas sigan maquillando su falta de acción, pequeñas startups y proyectos locales están liderando una verdadera transformación con ideas frescas y tecnologías disruptivas.

El futuro del sistema alimentario está en juego. La pregunta es: ¿quién liderará esta revolución? ¿Las corporaciones con sus recursos ilimitados o los innovadores con una visión auténtica? Es hora de dejar las excusas y pasar de las palabras a los hechos. Porque el futuro de nuestra salud, nuestro planeta y nuestras mesas no puede esperar.